30 de marzo de 2013

Oda al Tambo

















Va y viene el viento con las hojas retozando,
vienen y van mientras me siento en el fango
y escucho las guitarras acalambradas de tanto sonajeo
luego vienen las cantoras con aires de recelo,
y las compañeras allá arriba cantan y toman hasta el punto del delirio.

Los árboles descansan
como llegando a la caricia indeleble de sus bailes a destiempo
mientras la mengana recuerda sus momentos,
o escribe mientras tanto descansa en el bravío desenfreno.

El valle siempre deja ese gusto a norte del pasado,
andinos ancestrales, descanso de los hombres amansados,
de los chasquis, de los diaguitas, de los norteños del tambo.

Así Elqui retoza en el cielo y en el cerro,
en los recuerdos y en los suspiros de su gente
como si fuesen traídos de años dorados,
de gente y pueblo, de calores y dolores eternos,
hojas y viento van y vienen
van y vienen así el valle, el delirio, el ensueño.

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