Será una década más. Décadas perdidas, épocas errantes del tiempo que han creado de la greda a esta joven hecha mujer, hecha aprendiz, hecha niña de sutileza e ignorancia. No son las primaveras contadas, menos las estaciones olvidadas de aquel invierno eterno y lejano que se clavaron en las entrañas, menos la niebla porteña de la mañana junto a sus movedizos suelos misteriosos llenos de pánico colectivo a las gentes de la región alojada hace diez y un poco menos… es la vida fugaz entre los dedos de una pequeña que creció en los valles y en el hedor de los pescados al mediodía, es la voz de la cantante arraigada en el silencio de la niña prodigio de los defectos, de los amores de pasillos que la hacían llorar por todo el lugar, de los subterráneos cómplices del candor adolescente de los colegiales colmados de ganas, de las músicas que impregnaban su diaria vida con apellido de pintor sin oreja y muchos más. Es ella el dolor eterno de sus pesares melancólicos, de los recuerdos secretos que lloran el lamento de la muerte, de los adioses sin despedida, de los corazones con ataque de ternura, de las mañanas y tardes siendo nieta del eterno cómplice, es el sur lejano y cercano del olvido, pero además es la brisa suave del clima, de la changa, de la caleta, de la Gabriela, del existencialismo. Son la raíces arraigadas de otras tierras, son la gente que vive mirando el mar y sus pescadores, de la apasiva mujer con ojos silentes que la añora, de la hermana que nunca tuvo, de la familia calurosa en la que no encaja, en el Tambo de otros tiempos de descendencia, o antecedencia?. Y como si no bastara, es calma y desespero, sonríe, luego sulfura, se va entre los extremos y la mitad del horizonte es el justo que nunca encuentra, o que persiste en hallar. Es el Mar y Sol cómplice de sus risas, es la mano que tiende sin echar al vacío, es la sincera, el impaciente, la histérica, el temeroso, y otros tantos más. Encierra tanta gente, tanta mierda, tanta realidad, tanta pereza. Encierra soles imposibles, ha empezado a soñar con utopías. Buscaba la oreja perdida y sin embargo, terminó enredándose entre ondulados cabellos que canta de trovadorescas palabras y metáforas.
Hoy, la mirada resuelta y el corazón aprejutado la llevan a caminar más allá, mucho más lejos de lo que pudo haber imaginado, pues imaginar en ella es difícil, soñar no es un privilegio en sus miradas, caminar es más sensato y sin embargo, siempre ha buscado alas para volar. Como ven, así es. Con diez décadas más, no sabría adivinar, ella sabe que lo contado hasta hoy no cura de espanto, pero ya comprende porque existir a veces se resiste de ser más que un espanto.
Hoy, la mirada resuelta y el corazón aprejutado la llevan a caminar más allá, mucho más lejos de lo que pudo haber imaginado, pues imaginar en ella es difícil, soñar no es un privilegio en sus miradas, caminar es más sensato y sin embargo, siempre ha buscado alas para volar. Como ven, así es. Con diez décadas más, no sabría adivinar, ella sabe que lo contado hasta hoy no cura de espanto, pero ya comprende porque existir a veces se resiste de ser más que un espanto.
Feliz Cumpleaños.
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