Cantabas, mirabas, sonreías.
Luego, besabas, acariciabas, volvías a sonreír. Respirabas, observabas, leías
mis inquietudes. Volviste a besarme, acariciarme con vehemencia. En la pausa
del momento, silenciabas, acallabas y seguías. Me hablabas, me volvías a besar.
Otra vez nadaste en la profundidad más austera. Me sacaste unas cuantas
verdades, cautelosas como si nos oyeran. Abriste el paso, te sumergiste. Me
sumergí. Me miraste. Te miraba. Nos aproximamos, nos alejamos. Nos acercamos de
vuelta y otra vez nos íbamos por siglos estelares. Me palabreabas, te
palabreaba. Te acariciaba, te miraba. Luego mis ojos cerraba, y tus pupilas se
concentraban. Allá el mar seguía yendo y viniendo, y yo en tus ojos.. en tus
ojos mengano, perdí la calma.
Me gusta :)
ResponderEliminarsaludos.!