27 de febrero de 2011

Un simple consejo

Sale el sol por la mañana, iluminando mis pupilas como si me ayudaran a entender que ese horizonte es el que debo seguir sin tener miedo de su luz que encandilándome hizo entender que no puedo seguirme deteniendo. Caminando por un sendero difícil y algo tormentoso comprendí que ese lugar me daba algo de miedo, porque no se entendía los obstáculos que esta me iba poniendo.

Luego reflexionando en mis caídas y en todos los momentos de poca entereza me fui dando cuenta que así es la vida, una teleserie de agonías y felicidades, en donde solamente uno puede cambiar su suerte a través de sus propias manos, decidiendo y pensando, sintiendo y resignándose frente a cada problema que se presente, o luchando por cambiar la fortuna del mundo, pues esa es una de las mejores misiones se podrían poner en mente, pero desgraciadamente somos muy pocos los que damos por entendido que es tan sencilla la vida como complicada. Todo depende de la perspectiva en que lo mires, o en desde que lado de la bondad y sencillez te encuentres. Si aún sigues siendo ese pequeño rebelde, lo mirarás todo con repulsión y con afán propio de hacer lo que se te ocurra, pero a lo largo de tus actos irás entendiendo que solamente tú puedes cambiar ese rumbo.

Nuestro paso por este paraje terrenal está totalmente condicionado, sin embargo, somos nosotros los que podemos hacer algo distinto y poder sorprender al de arriba con nuestros actos, amando más con fraternidad que con pasión, y a esta dejarla para cada acción a realizar, en nombre del amor sano y no del ambicioso… Con el poder del alma infinita y no con los sueños rotos que dejamos caer con propia voluntad. Si nos quedamos en ese mal hábito de criticarlo todo y hacer muy poco por cambiarlo, entonces no estemos quejándonos o arrepintiéndonos de lo que pudimos haber hecho y no hicimos.




    "La Esperanza es el Sueño del Hombre Despierto"




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