13 de marzo de 2011

Para ayudarte

Estoy aquí para ayudarte. He estado antes, con la misma cara y distinto pensamiento, pero al fin y al cabo siempre he estado. La vida nos ha llevado por diferentes caminos, pero siempre ha sabido encontrarnos de una y mil formas. Las sorpresas te han llevado a emprender nuevos rumbos, a volver a lo conocido, a vivir otra vez bajo la misma ciudad que hace mucho no querías olvidar… Y que ahora la haces por indiferente. Te conozco desde hace mucho y a la vez desde poco andar, pero en el fondo sé adivinar cuáles son tus pasos a seguir y también comprendo el miedo junto con los sentimientos encontrados que te están atormentando.

Me inspiro con tranquilidad y felicidad, porque sé que no cometo errores a la hora de escribirte. No titubeo al decirte que la mirada que llevas contigo es la misma con la que viví diez mil sentimientos, pero menos problemas tengo al decirte que hoy ese semblante esconde por dentro miles de deseos ocultos. Una canción conocida por nosotros dice que la felicidad es un maquillaje, y a veces suelo sentir en el aire esa sensación cuando recuerdas viejas glorias de la distancia, del ayer que no ha de regresar… Por ahora.

Sabes que he leído tus pensamientos, y la existencia que estás sobreviviendo a tu espanto, no está siendo justa contigo. Creo adivinar tus sensaciones y me produce una impotencia terrible el no saber cómo ayudarte, como pedirle a alguien inmortal que hiciera algo por ti, pues hay algo que me enseñaste de nuevo y debo pagártelo de alguna forma.

Fuiste y has sido tan importante para mí, en cada resquicio de mi vida y mi corazón. Nunca en teoría he estado lo suficientemente indiferente como para hacerte un lado de ella y es ahora cuando, después de mil rencores, podemos hablar y vivir felices como dos personas que se conocen hasta el gusto y son capaces de reírse de los embrollos que esconde el bendito destino. Por eso te escribo, porque hoy mirando la playa con esa correntosa marea supe que estaba en paz contigo y conmigo, pues al cantar de la misma manera que lo hacíamos cuando pequeños, comprendí que te quiero, en exceso para mí y mucho para los demás.

No quiero que tengas miedo, eso es típico cuando al camino se le ocurre doblar en cualquier dirección. Pero aparte de eso, nos acostumbramos a esa vía y en ella nos sorprendemos encontrando miles de posibilidades que hacen de esta existencia, lo hermosa que es… Tú que me hablas de adrenalina, ¿Por qué no la miras como tal?, déjate enamorar por el mundo otra vez, no te rindas en tu propósito y sigue con fuerza, pues detrás de cada obstáculo se encuentra un hermoso arcoíris llenándote de dichas. No busques en lo pasado, vive tu presente vivo y aprende de cada minuto que respiras…

Tú me enseñaste a reír con chispa de alegría otra vez, con esa infantil reacción de quien tiene solo ocho años y nada le preocupa, tal como ríes tú… Por eso ríete de los problemas y no le busques fundamentos, el tiempo es sabio y encontrará su respuesta, por ahora solo preocúpate de existir y de sobrevivir, pues sabes que en el mismo lugar de siempre, está una vieja gloria apoyándote por simple cariño. Te quiero siempre.

 




1 comentario:

  1. Puedo llorar? *-* te qiero amiga! y me encanta llevarme bien contigo! <3

    ResponderEliminar