29 de diciembre de 2010

Efímero

Efímero, como la arena en nuestros dedos. Como el mar infinito yendo en ese vaivén constante en su lugar infinito, así de preciso y corto son nuestros hechos en la vida... Así como el destino es determinante en algunas cosas, las envuelve dentro de una confusión tremenda para luego recién comprender su mensaje. Efímero como el alma a punto de estallar en un grito de deseperación porque nuestra mente no responde ni reacciona, porque escupe palabras al alba y en medianoche, como silencios ahogados en nuestro interior y que desaparecen en un segundo inmortal.

Es llanto en nuestros ojos y luegos solo lágrimas recorriendo nuestros pecados, son como dardos que pretenden apuntarnos con todos nuestros errores cometidos y que luego se desvanecen en nuestra conciencia…Es como de la felicidad a la perdición, cuando tienes una sonrisa dibujada en tu rostro para luego pasar al semblante perdido… al horizonte sin tregua, o a los hombres sin escrúpulos.

Efimero como estas palabras que no tienen sentido, como este sentir que ya no importa en nada, como tu cuerpo mortal cometiendo sinsabores a este mundo cada vez más imperfecto…Efimero, corto y fugaz como la fama y la ambición, como la mirada falsa, como la vil y cruel mentira… Así.



"Tan sólo un instante, tan efímero, tan fugaz...Y tan eterno al mismo tiempo."






21 de diciembre de 2010

Desesperación

Te busco entre tantas miradas y no encuentro tus ojos. Camino por las calles tratando de entender donde se quedó tu piel, tu pelo al viento que imitaba ser como las aves… Ando entre humanidades de gente tratando de divisar a lo lejos tu segundo rebosante de alegría, busco todo eso y mucho más.

Recuerdo que tus manos eran libres como el viento y que tu alma danzaba entre la música y el arte. Eras perfeccionista y siempre tenías una buena perspectiva acerca de las situaciones cotidianas de la vida misma. Por las tardes solías ir a la playa de manera solitaria, con tu vieja guitarra que iría al mar para escupir sus acordes maravillosos, que hipnotizaban a cualquiera.

Pensabas que este mundo era un embrollo de mentiras y de soledades, en donde la única verdad que existía era las palabras que te recitaba cuando caía el alba, las cuales se inspiraban en tu espalda y en tu hombro… en cada rincón de tu persona, tan intimidante como tu música y tan sicodélica como mis memorias. Me amabas demasiado como para irte de mi lado, pues danzábamos con el placer de sentirnos totalmente unidos por tantas bellezas inauditas, simples caprichos que a vistas de los demás son solo locuras y estupideces banales.

Una noche, sintiendo tú aroma a mí alrededor y con la luna iluminando mi pedacito de colchón, entendí que ya no me querías, presentí en un segundo que ya no me pertenecías y que huirías de esta vida tan imperfecta, pero que a la larga disfrutabas tanto como yo.

Dejaste una carta que decía simplemente una palabra, la más sencilla y dolorosa que como puñal atravesó mi abandonado corazón, cual sensación hasta en este momento se sigue paseando como si alguien la hubiese invitado a recordar… Ese triste Adiós que sonó como eco dentro de mi cuerpo y me hizo desvanecer de oscuridad.

Todo eso ocurrió, hace ya un tiempo; pero no importa, ¿A quién le importa?, solo yo ando buscando un tesoro en miles de fantasía. Solo mi existencia se basa en la respiración de otro, pues de tanto ansiarte, aburriré al de arriba y quién sabe si me entrega el milagro.



20 de diciembre de 2010

El peor mal del mundo

La falsedad es uno de los peores males que ha creado el ser humano estando en esta inmensa urbe, llena de culturas distintas y de tantas perspectivas, que hacen que este mundo cada vez se vuelva más tacaño y superficial. La mentira que se encuentra en nuestro interior y que es capaz de aflorar por nuestros sentidos, tiene consecuencias que algún día se devolverán, pues en el momento indicado, es más preciso quedar bien que ser dignos, en vez de ser transparentes e ir siempre con la verdad y sabiduría.

Muchas veces es más fácil callar que decir algo, pero el no decir nada implica a que te quedes con tu testimonio de vida, con lo que tu alma piensa y que otra persona no es capaz de entender. La existencia en sociedad es tan difícil como el dilema de ser o no ser, pero en realidad la única virtud que a fin de cuentas prevalece entre toda esta ficción de caretas y gente civilizada, es ser humilde y decir siempre todo con altura de mira, con tu altura de mira.

La vida es tan valiosa, que por lo mismo debemos hacerle un homenaje, y que más bello que demostrarla en hechos, en situaciones que nos hacen crecer y madurar, con la autenticidad que necesitamos y con la satisfacción de haber luchado por lo que deseamos, no por lo que nos digan los demás, muchos menos aún por la cruel mentira.



19 de diciembre de 2010

Palabras al viento

Las palabras son como hojas al viento, salen de tu boca, nacen de mi puño y letra, acarician expresiones del alma y son cómplices de las mayores conspiraciones del universo. Son armas de doble filo cuando quieres mentir, y son las memorias más bellas de quienes la utilizan como versos apasionados en el pensamiento de poetas y bohemios escritores.

Pueden ser cándidas y precisas, también hirientes y sencillas, pero todas se van en un suspiro. Las escribo con la mirada humana, con la visión profunda de un águila, y todas estas me causan un gran espanto. Las utilizo a cada momento, solamente por afición o simple inspiración fortuita, pero marco mi vida entre cada línea plasmada. Mis escritos vuelan en cada rincón de mi inconsciente y rebelan de esta manera, mis sueños encriptados y mis vicios malgastados.

No importa la forma, mucho menos el momento, pues todos los segundos son precisos para las palabras que salen como de improvisto a sorprender al mundo cada vez más cotidiano y acostumbrado, me invita a pensar, a subir en lo que baja, a reír en el llanto, y por eso no me canso.




Es como relatar un simple episodio, para dejarlo en la posteridad y llevarlo en nuestros corazones.
Es deleitarnos con la retórica belleza de la infinita imaginación, de los límites ilimitados y de nuestros deseos más ocultos.
Las palabras existen para ser vividas, y para vivirlas, solo bastan que existan…

Sobre tu playa

Me encontraba en la brisa del mar, entre las algas que enredaban mis andares y con la arena pegoteada en mi piel, cual composición se encontraba impregnada en mi superficie iluminada de tanto sol y calor. Las olas me invitaban al danzar de su correntosa mar, mientras la espuma se perdía en la playa de mi olvido.

Mis pies marcaban el sendero que el viento se encargaba de borrar, mientras mis pensamientos dibujaban ilusiones en el cielo despejado y azul, escondiendo miles de sensaciones que ni el más sabio podía descubrir. Al lado de mi sendero estaba su mirada contemplándome, observando cada parte de mí, deseándome cautivo, como depredador acechando a su presa, de igual manera imitaba semejante fiera a formar parte de su aventura.

El atardecer dejaba entrever sus intenciones, pues en su amante ya me había perdido y a sus brazos ya me había lanzado. Entre la marea inquieta y jugando con los granos del suelo, me hice a él, un solo ser… Siendo la luna testigo y las estrellas mis cómplices de tal inimaginable encuentro de lujuria. La corriente me llevaba a su orilla, me controlaba como desesperada a su pecho enardecido de pasión, alejándome de todo y aproximándome a la nada.

Se hacía mañana, y las aguas calmaban mis vaivenes, con la soledad a gusto de haber sido acompañada y con la dicha del placer entregado. Ese hombre había desaparecido… ¿Quién sabe dónde?, pues ni ella lo sabe, ni menos yo… Que estando en su cuerpo y en su alma, aún no entiende como en ese paraje, dio a lugar su pensamiento.







"Y se perdió la aurora
Sobre tu playa
Como tus negras trenzas
El mar en calma
Como tu cuerpo quieto
La arena blanca
Asómate a la noche,
Y enciende el fuego..."

Nostalgias

"La nostalgia me invade,
me llena,
me recuerda,
me destruye
& me serena..."