2 de agosto de 2010

• Perdición



No sé que siento, y no puedo pensarlo. Hay ocasiones que mis sentidos se desvanecen, cual si fuesen relojes de arena esparciendo su infinito devenir, infinitos sentimientos. Escucho miles de susurros y voces que en mi interior callan, y hablan de nada. Mi sombra me persigue, como una espía molestosa, cautelosa e idiota, porque no me escupe palabras, solo sabe imitar cada uno de mis pasos...

No sé que hago, no sé que intento, porque a mi vida le hacen falta momentos, está carente de deseos y realmente no comprendo que es a lo que le llaman esmero, esmero de encontrar la salida, la salida que muestre una sonrisa...una sonrisa que me devuelva la vida, cierta vida que disuelva los olvidos, aquellos olvidos que me recuerden a lo que he sido.

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