26 de febrero de 2010

Belén, adiós. •

Y ahí estabas, entumecida de nervios y sollozos sin control. Ibas cruzando la calle con tu madre, que sostenía tus pequeñas manos, cual si fueran a escaparse para hacer un descomunal escándalo. Diría la canción de Arjona, tú ibas con ella y yo iba con él; me clavaste tu mirada de odio y rencor dentro de la inocencia y angustia que sentías al verme en compañía de alguien que para desgracia tuya, no era tu hermano; sino el hombre que amo.

Por un momento quise detenerme a consolarte, descontrolada por la situación de haberte hecho un gran daño, que contradictoriamente a mí me ha devuelto las ganas de vivir y sentir el corazón enamorado... Con tu chiquita mentalidad no hubieras comprendido tampoco, la impotencia hirvió la sangre de mis entrañas, y no pude evitar caer unas cuantas lágrimas al suelo, por no poder dibujarte con colores y figuras la felicidad que inunda mi existencia desde aquel momento en que apareció, cuando me veía inmersa en la soledad y tristeza.

Está bien, tu perfecto mundo de cuentos de hadas se desmoronó ante la realidad misma, pero pequeña, no me culpes, yo lo amaba desmedidamente, con excesos que dañaron mi consciencia y me dejaron en la miseria misma. El que tú querías que me acompañara de la mano ese dia cuando me divisaste, desapareció de mi lado, y lo intenté amada niña, lo quise alcanzar... ¡Pero nuestros caminos ya no estaban unidos! ...Lo que yo no entendía fue, que ese camino significaba dejarte a un lado, abandonar tus cariños, los detalles propios de una infantil conducta, con el complejo de princesa mimada que vive con su hermano y su familia feliz. Como duele tu indiferencia, propio mal que estás cultivando de tu congéneres... Pero no te culpo menudita bella, hace años luz cautivaste mi cariño y respeto hacia tu persona, con tu personalidad tan especial, logrando conseguir mi afecto sin restricciones. Como olvidar cuando querías parecerte a mí, imitar mis pasos, mis errores, mis vestidos y todo lo que me compete.

Pero ya no es lo mismo, y en tu silencio debes maldecirme con las palabras que ni siquiera has aprendido a decir, y no te juzgo María Belén, es solo que falta tiempo para que algún día puedas decir y manifestar por fin "Ahora entiendo", cuando llegue esa instancia, solo en aquel bello momento, te volveré a sentir cercana, quizás tampoco como los viejos tiempos, en que los tuyos me adoraban y no callaban verdades que escupirme a la cara. No quiero lo de ayer, solo quiero mi presente hermoso, con el llamado amor sano que abre los lazos de fraternidad y entrega, sin amargarme el alma.

Ojalá pequeña de ojos expresivos, puedas leer esto, o simplemente, recordárme sin repudios.
Adiós, Belén.


20 de febrero de 2010

Puerto Bohemio •

 Así fue esa noche, igual que cualquiera, con esas veredas poco iluminadas y con todos esos hombres medio tirados en las esquinas, unos cuantos mendigos y los pocos turistas que iban quedando en la última quincena de Febrero, con la noche fresca y el despejado semblante del firmamento.

Era un viernes como todos los anteriores, con porteños entusiasmados, algo borrachos y con la sonrisa desgastada, varios tumultos de fulanos que arrasaban las calles y las plazas con música, estatuas movíbles, bares y lugares para todo gusto excéntrico.

A lo lejos escuchaba algo, por la Plaza de armas, con esa concha remodelada hace un tiempo y con luces que llamaban la atención de todo visitante. Entonces comprendí que esa algarabía de personas eran criollos, con esa música popular que los hacía bailar y mover el pañuelo de manera descomunal, amantes de su patria y cuequeros que con desplante mostraban sus dotes en escena. Por desgracia o infortunios de la vida lo había escuchado, y no me era indiferente aquel sonar de panderos, aunque tampoco me simpatizaba como esos nacionalistas amantes de su patria.

Entre tanta parafernalia seguí mi camino, abrumada por tantos recuerdos sin sentido. A lo lejos ya se divisaban grandes construcciones antiguas, estilo inglés con esos ventanales gigantes y esas alcobas decoradas con tanta elegancia, que ya llegaba a parecer de la época. El Barrio Inglés, hipnotizaba a cientos de gentes para acercarse a los puestos de comida, diversión y bohemia sin límites. En la plaza principal, con palmeras y asiento, shows de teatro y cuanta cultura andante por los aires, concluí escuchando sin prisa alguna la mezclas de melodías, algunas poperas y otras tantas rockeras, acompañadas de su chusma favorita.

Así es Coquimbo, puerto de ocio, pasatiempos y cultura.
Así lo ví, esa noche.


19 de febrero de 2010

Delirios •

La madrugada ha caído sobre la habitación, con la tenue luz de la lámpara que ilumina tan dócilmente las palabras que nacen de mi puño y versan sobre aquellos episodios inolvidables o simplemente del recuerdo de aquel hombre, de mirada penetrante y labios pequeños, que esconden besos apasionados.

Siguen las horas, los minutos de la bulliciosa noche callada, que se impregnan de tus caricias y abrazos imaginarios, que mi sien los dibuja en mi inconsciente, haciéndome perder la coherencia entre lo real y mis pensamientos encaprichados...

Ahí te diviso otra vez, con tu caminar seguro y tu semblante observándome completa, acercándote con tus manos hacia mí, para tenerme y enredarme en tu cuerpo... Entonces me encuentro una vez más, entendiendo que no tengo aquí, y vuelvo repentinamente a delirarte.

                                                        
                  "Te amo con demencia,
              con tu imagen en mi retina.
             A flor de piel tu aroma siento,
                  y cuando no estás aquí,
                aún así, te sigo sintiendo."

14 de febrero de 2010

Inspiraciones para Tí ♥

Solo tu recuerdo se impregna en mi ser, me recorre el cuerpo de pies a cabeza, haciéndome tambalear entera, dejándome llevar por el sentimiento que enciendes con el solo hecho de existir y ser parte del mundo perfecto que he creado desde que llegaste a mi vida.

De tu mirada nacen mis esperanzas por ver dibujada en tu semblante una sonrisa y una dicha en aquellos ojos que desde que me miraron me dejaron hipnotizada. Con solo pensar en ti, me veo inexplicablemente riendo de la felicidad y de la plenitud que le has dado a mi sendero, que tan desviado se había visto en el pasado.

Tu amor llegó a sanar todas las fuertes heridas y golpes que habían azotado a mi alma e interior mismo, fue una dulce miel que impregnó mis labios, con palabras bellas y caricias suaves que por completo me han enamorado de ti, amado mío. Eras el idealizado dentro de mi inconsciente, mi príncipe de cuentos de hadas, que hoy aparece más real que nunca dentro de mis días.

Gracias, por darme aliento con tus palabras, por hacer infinitos los momentos cuando solo existimos nosotros y un tímido beso, de esos que me pierden en el espacio sideral, por tantos momentos que han fortalecido mi persona, por amarme tal y cual soy, sin querer cambiarme ni reducirme a tan poco.

Para tí, mi ideal hecho de carne y hueso.

12 de febrero de 2010

Monólogo de un desdichado •

" Que manera de recordarla, si era pura como su alma, ingenua como las aves sin destino y me amaba con locura. Ha pasado el tiempo, lo suficiente para arrepentirme y lo prudente para que ya no fuese la misma.
Una noche, impaciente, no quise tenerla más a mi lado, pues demasiado amor me había colmado la razón, y con impulsiva reacción... la abandoné. Algo me detuvo a seguir su camino y simplemente orgulloso me mantuve, obversando mi nuevo destino,que cambiaría desgraciadamente...para mi desdicha.

Dije amarla, pero que ya no era aquella relación vibrante y única como en nuestros mejores tiempos. Ella me hablaba y con esperanzas me explicaba que yo volvería, que lo nuestro era amor y que todo se lo dejaba a suertes de la vida... Si supiera como leía sus palabras, imáginandome su rostro inolvidable; porque la distancia se oponía entre nosotros, y aun así, aquella mujer leal me esperaba en la lejanía eterna...

Cuando mi razón me proponía olvidarla, entonces mi corazón latía mas, sin compasión la lloraba y anhelaba, pero con la inmadurez de niño, la deje irse... Impaciente le pedí que no me hablara más y que desapareciera de una vez, entonces con un temple jamás visto en ella...lo cumplió. Se que aún amándome, se propuso sacarme de sus entrañas... Su repentino vuelco me asustaba aun más, porque significaba que nunca más podría enredarme entre sus brazos y amarla hasta no más poder.

No sabía nada de aquella muchacha, mi amada ya no estaba al tanto de mi persona. Desesperado busqué y ahondé sobre su paradero, hasta encontrar lo inesperado... La habia perdido, era tarde... Mi eterna enamorada, la mujer con quién tanto viví e hice sufrir a mi antojo, aquella mirada luminosa que se apagaba con mi sombra, ya no era mía... ¡Era de aquél!... Ya no me pertenecía, se veía radiante y con otra perspectiva de vida... Sonreía con exaltados labios dibujados.

La rabia hirvió la sangre en mi interior, maldecí su nombre, la odiaba y necesitaba como nunca. Quería mirarla de frente y decirle unas cuantas verdades y ofensas, pero todo se resumía en un arrepentimiento, que aquel día terminó por amargarme... La amaba, y por pendejo pensando en volver cuando yo quisiera, no quiso más de mi estúpida confusión. Se armó de valor y siguió adelante, digna y capaz de olvidarme... encontrando a a quien tanto soñaba para ella, más hombre y directo... el ganador de tal tesoro embruto y belleza que, alguna vez, se cruzó por mi camino.

Ella sonríe, ama y es grande como las estrellas infinitas en el universo, vive de él, y yo... vivo de culpas.
No puedo juzgarla, muchas heridas le causé, mucho lloró y dejarme en el pasado era su meta. Para ella, soy su ayer y para mí... ¡La larga espera de lo imposible!.
La desazón de no amarla como se merecía, me llevó a perder la cordura, hizo perderme en desvíos y seguro lástima debo inspirarle, porque la recuerdo, me arrepiento y vuelvo a desorientar. "

11 de febrero de 2010

Aquel amante mío •

Él es como el viento, hace que te dejes llevar con él, y que su brisa te acaricie el corazón, te lo llene de felicidad, de dichas y satisfacciones que alimentan el alma.

Es como el amor mismo, enciende en cada parpadeo una ilusión y en cada roce de sus labios, el fuego de una pasión.

 Mi amado es el más leal que mis ojos hayan podido precisar, el más parecido a mis intenciones y proyecciones; el único que con el solo hecho de hablar y actuar, hace temblar el piso del cual me sostengo, hipnotizándome con su personalidad tan enigmática y seductora.

Mi amado me eleva a lo más infinito de un momento, a lo más inexistente de las palabras y lo más indescriptible en sensaciones. Un abrazo o el roce de su piel, me enamora y me enreda en su intensidad misma, porque el dueño de mi corazón vive de amarme y yo vivo para amarlo.

Inspirado en Alvaro, Te Amo.

Estrechez de Corazón •

Silencio, solamente el susurro de la noche ahonda mis pensamientos... La nada se inmersa entre las bulliciosas confusiones que rondan mi frágil cabeza. No han manifestado palabra alguna, solo alzan miradas desafiantes y altaneras; de esas que por dentro te asustan, con la amenaza de sucumbir en un escándalo o simplemente una larga jornada de indiferencia.

Muchas veces he gritado, escrito y concluído, que el orgullo es uno de los peores males existentes en esta orbe cada vez más terca. Te ciega, te hace engorroso el camino que transitas... Te concentras en tu egoísmo, te aleja de la humildad y sobre todo del gran sentido de empatía que resuelve problermas, abriga corazones y reafirma lazos.

Aquel que es orgulloso, no comprende a los demás, solo a ellos mismos, creyéndose perfectos, ignorando la entrega y sencillez de sus pares, lo que, a mí personalmente, me decepciona.

Duele cuando no ponen atención a sencillas palabras de aliento de un simple humano. Afecta a la vida misma el pensar equivocádamente que somos suficientes, capaces de subsistir sin el hombro de cualquier semejante.

Te limitas a ser lo que tus impulsos te indican, y que el corazón mismo no alcanza a advertir.
Cuando escribo sobre aquello, subrayo con exageración lo destructivo y engañoso que es... Pues quien se deja seducir por esto, débil de pensamiento y preso de voluntad quedan.

"Puedo entender estrechez de mente,
soportar la falta de experiencia,
pero no así, Estrechez de corazón"

10 de febrero de 2010

Documento Irónico del Destino •


Así es el destino, toma caminos por nosotros y las acorta en parajes improvisados... Nos resignamos ante él, cayendo en la paradoja de aceptar sus locuras, pero no estar de acuerdo; y sobre todo aparecer con efectos tardíos muchos de aquellos sueños que con el correr del tiempo se ignoran... Quizás eran simples emociones, solo ocurrieron por un momento fugaz, sin embargo, parecen dejar resquicios en nuestra memoria y derrepente nos sorprenden con lo que quizás ya no importa.

Así es la vida... nos muestra sus idas y venidas, nos involucran en ella y en aquel juego son limitadas las jugadas. ¿ Qué hacer cuando lo impensable es un hecho ? ; ¿ Cómo enfrentar al sueño roto que está con los pies en la tierra ?... Qué difícil se hace comprender que podríamos haber actuado distinto, el saber que las oportunidades llegan o jamás se presentan, y el estar sobre todo seguro que el presente es totalmente distinto a lo que pudo ser.

Dicen que uno al desear tanto, ocurre el contrario de éste y así en tantos episodios en los cuáles nos damos por vencidos. La "fortuna" nos sorprende de manera lejana, pero, ¿A qué tanta seguridad?, cuán seguro podemos estar sobre si era lo que esperábamos... Pues, no interesa... Ya no existe cierta curiosidad sobre aquello, no puedo aceptar nada que ya esté fuera de lugar, irrumpieron tantos episodios que confunden mi razón; y el corazón tampoco quiere envolverse en una pesadilla de oportunidades o situaciones que pueden conducirme a la Nada.

Llegamos tarde y nos habremos reconocido, pero en otras vidas... Quizás en otras muertes.-