Amistad. Simple y llanamente una palabra, en la vida es más que una aventura, y en la práctica, la simple verdad hecha materia y también historia. En la paz de nuestros silencios, son las mejores canciones de nuestro inconsciente, y en la guerra son como batallones de armas esperando a ser lanzados para destrozarte el corazón, el alma, la garra.
Son de esas conversaciones largas y tendidas, cuando sientes que un lagrimeo nace de tus pupilas, y también son de esos susurros malintencionados que a nuestras espaldas, traman el mejor cuento jamás inventado por los escritores de buen puño, y lanzan a nuestra desgracia, una fama que ni nosotros mismos nos pudiéramos haber imaginado. Es la mezcla de lo amargo y dulce, es una contradicción que no aceptamos, pero que aun así la adoptamos.
Cuando los amaneceres son cálidos, al alba se siente la felicidad de los tuyos, se siente abrigado y venidero, como las fantasías que en sueños vivimos. Mas cuando, viene la impaciencia de la tormenta, nos quitan hasta el aliento y pueden ir más allá para descubrir hasta los enigmas más recónditos de nuestra piel, y que ambicionan tener.
Yo he visto demasiados rostros en el porvenir de mi existencia, pero hoy compruebo que se me hace imposible conocer completamente su real forma, la esencia infinita, el corazón mismo. Se muestran a veces tan inocentes, cabizbajos y dolidos por el camino que les ha tocado recorrer, y luego te encuentras con que bajo esa mirada misericordiosa, se encuentra totalmente lo contrario… y luego respiras y prosigues.
He tenido el infortunio para mi fortuna, porque he aprendido, y cuando los vuelvo a ver de esta manera, ya no me equivoco, mi lección ha sido procesada, y el temple sigue en alto. La sorpresa puede estar en cualquier rincón y nunca es predecible, espantándome en momentos y situaciones que llegan a superarme, marchitando mis emociones de manera inminente, rasgando esperanzas, sollozando desilusiones.
La lealtad de alma y la virtuosa confidencia siguen siendo mis banderas. Por ellas lucho y sigo en mi andar, confiando en mis confidentes, respetando a mis respetables. Soy persona y personalmente libero a los demás. Vivo lo que mis ansias decidan vivir, y al destino los demás. Amigo es el que me bendice con su amistad y que además, en libre albedrío me expresa su forma de entregar.
Simplemente Amistad, es entregar sin reprochar, aceptar sin juzgar & Amar sin dudar, porque el que amigo es, siempre será; llenando tus ojos de dicha, no lágrimas de mar… Porque en la amistad vale todo, lo que sea válido entregar.
Usted sabe lo que pienso y lo que le aconseje, no es necesario decirlo, porque antes de hablar usted sabia que diria, y aun antes de pensarlo, como seremos de iguales mi vida...
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