10 de abril de 2010

• La historia del hombre que soñé y que no tendría jamás II

Eran las primeras semanas de Septiembre y el aire patriota de muchos, me transformaba el pensamiento. Con él llegaron los feriados y los días que tendría que "disfrutar" junto a mi amado... ¿Mi amado?... Sí, eso dije. En aquellos tiempos aún existía aquel adjetivo para quien me amarró a su vida de tal forma que me impedía ser de la manera que yo quería e incluso, no poder acercarme a esa persona, al individuo que tan extrañamente inundó mis pensamientos. Todo era sonar de panderos y alzar de pañuelos, banderitas tricolores y noticias inimaginables. Y es que yo aún no comprendo en que momento al destino se le ocurrió hacerme esta broma que me dejó en jaque.

Corrían, volaban los chismes y rumores entre todos mis amigos de manera impaciente necesitaba saberlo, pues en muchas ocasiones escuché a la ligera el nombre de mi compañero de perspectivas de vida y emociones. Estaba soltero, ese era el gran impacto del día... Y en realidad no me sorprendía tanto como a los demás, porque ni aquello era sinónimo de una oportunidad, tomando en cuenta que él era amado por todas y eso no cambiaría en nada mi especial complicidad... O al menos eso creía.

Estando "enamorada" de ese tipo orgulloso e inmaduro, no debía acercarme al idealizado hombre; y aunque llevara dos años con quién me ahogaría el alma, mis noches seguían alucinando en lo más irreal de mis fantasías y mi ser se inquietaba al mirarlo, pero todo en el murmullo de un segundo. 

Entonces... Llega la hora del misterio y el antojo de la vida... Qué irónica se comporta y que increíble sus jugadas. Frente a mí, su mirada directa y penetrante, iluminando el tenso ambiente que se encontraba detrás de un escenario, donde solo existíamos él, su sorpresa y yo... Me trató de encontrar muchas ocasiones antes para desahogar lo que estaba trayendo dentro. Yo simulaba estar tranquila, cuando realmente sentía una curiosidad inmensa, si era algo bueno... Me alegraría enteramente...Si me iba a juzgar, no me lo perdonaría jamás.... ¡Qué diablos podía ser! Si me intimidaba con tantas ideas vagas y el nerviosismo se demostraba en mis manos apretadas.

Y comienzan sus palabras, esos labios modulaban y tiraban escupitajos sin sentido. Al menos así lo divisé... Era una mala broma o simplemente quería burlarse de manera estrepitosa... Me toma la mano y me lo vuelve a decir... "Me Gustas". Sin anestesia, directo al corazón; cual bomba explotaba en mi realidad. Me largué a reír como si fuera el mejor de los chistes, para luego caer con los pies en la tierra, conteniendo las manías impulsivas de un momento inaudíto.
Mi consciencia hablaba por sí sola. Yo nada podía hacer... Mi nobleza y real intención con las personas, me llevaron a concluir que era tan inesperado como tardío. Me parlaba de que no se cansaría, que él no se rendía y que todo lo conseguía... Insinuó que a su lado encontraría grandes lecciones de vida, que al igual que yo lo aprendió con golpes y heridas cicatrizadas, que sería inmensamente feliz... Solo que no podía mirarlo. Era cierto, el momento de nosotros ya no era y nunca fue, nuestros caminos no estaban hechos para intersectarse. Mis emociones se lamentaban, por dentro ansiaba esos sueños que solo aquello eran... Justo cuando reflexionaba en eso, me cierra los ojos y yo, desesperada, confié en su intención, pero como el silencio no apaciguaba mi interrogante... Intento abrirlos y lo veo más cerca que nunca... Hasta que me retracto de su actuar. Era un beso, aquel deseado, triste, alegre e innacesible roce de sus labios con los míos.
Yo no podía, simplemente así. Miraba hacia el suelo y allí me quedé, extraña pero con una gran seguridad de quien supuestamente "ama". 

Mi historia era otra, una vida paralela, que en aquel entonces simulaba ser cálido y estable, aunque mis ocultos y callados gritos hubiesen querido lo contrario, así debía ser. Como olvidar su cabizbaja disposición, sus ojos ya no brillaban, se taimaron y de manera digna, pero sin comprenderme, se dio cuenta de la cruel situación que nos dejaba en la misma normalidad habitual, los amigos y hermanos. Posteriormente a esto, una vez más nuestras vidas nos llevaron al interminable juego de lo impresionante, mientras yo asimilaba la verdad de las cosas, con la llave de una puerta que debía cerrarse.

Terminaban las impresionantes semanas de ese mes extraño y éste sería la última oportunidad en que vería al inombrable ser que desencadenaría una mortal decisión, la cuál me llevó a ser racional y darme cuenta de muchas cosas. Para ese entonces mi existencia soportaba confusiones que solo al final de esta historia se resolverán.

Cierto personaje ya no era el mismo, o al menos así lo consideré... Por mil y una causas, nuestra relación de hermandad había cambiado, sin contar aquel episodio que nos distanció el alma. Aquel conocido que me aliviaba los tragos amargos, estaba manipulado y ante mis ojos, esa gente caprichosa y altanera no hacía más que complicarle la existencia. Entre la incomodidad del entorno y los problemas que no me ahorraba por ser su amiga, decidí alejarme...

 

"Ganas de huir, de no verte ni la sombra... 
De pensar que ésto fue un sueño o una pesadilla,
Que nunca apareciste...Que nunca has Existido"

2 comentarios:

  1. Amor me dejaste sin palabras, O.o esta muy lindo =) me encanta como escribes =), pero quiero saber mas de la historia ^^ me casua demasiada curiosidad

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