Entonces te volví a ver… A la salida de un lugar que para ninguno de los dos era desconocido, por el contrario tantas veces nos encontró en las mejores y peores situaciones de nuestra vida. Una vez más era testigo de algo que nos competía, en una época tan diferente a la que era, y con un cambio de mentalidad completo en nuestras cabezas.
El nerviosismo me hizo temblar el cuerpo, como si fuese la primera vez que te divisaba entre la gente, pero al hablarte, fluyó dentro de mí la tranquilidad de quien respira con el alma en paz y con la mirada sincera. Comenzamos un diálogo que se basaba en ironías y carcajadas sin sentido, para proseguir en la típica rutina de las preguntas que uno realiza cuando se te ha perdido el rastro de quienes forman parte de tu vida habitual. Me respondiste sin problemas, noté tu mirada cabizbaja, sin querer atacarme con tus ojos, mientras intentaba descifrar cual era el drama que escondían aquellas pupilas que antes no se me quitaban de encima.
Al conversar como dos civilizados, concluí las vueltas que puede tomar el destino, sin tomar en cuenta sus idas y venidas, solamente a su antojo nos recoge y nos vuelve a plantar en el suelo, aprendiendo de cada error, de cada beso y abrazo que nos quitan y que nos devuelven en otras personas. El pasado a veces suele molestarnos, pocas veces por indiferencia y en su mayoría por el orgullo de quienes no pueden siquiera encontrarse en la calle. Como nos han afectado los días y los segundos, cual extraños somos y que iguales estamos. La ambigüedad nos dibuja precisamente como hemos sido en esencia, aunque por dentro ya no pensemos como hace un tiempo atrás. Y eso revelé al tenerte en frente mío; continúas con las mañas infantiles y sin sentido, pero en realidad he notado en ti, un conflicto existencial… Un problema sin resolver, que solo en ti podrá llegar a un buen término.
El perdón llega, cuando menos uno lo piensa. De tanto rencor guardado y otros sentimientos equívocos, se termina pensando en el presente y al ayer… tirarlo por la ventana. Puedo escribir con calma, que estoy en paz.
Hasta siempre.
"Pero yo aún sigo cantando,
y lo voy a seguir haciendo
una lección me dio la vida
tenés que hacer lo que el corazon diga.
Y ayer,quizás pensando en tu foto
por la calle te encontré andando
que poco ha cambiado nuestra onda
solo cambiaron un poco nuestros cuerpos."
¡¡¡¡¡oooooohhhhhhhhhhh,se me llenaron los ojos de lagrimas, !!!!!!!!!!!!
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